Los programas que se han preparado fomentan a la vez la reflexión y la búsqueda sobre nuevos modelos de liderazgo, optan por la incorporación del talento de las mujeres en diferentes ámbitos de participación (política, social y económica) y, como siempre, alimentan el poder.
Constituyen un valioso soporte para procesos que permitan la eclosión del potencial de la mujer.
En definitiva, se trata de capacitar a las mujeres para convertirlas en agentes de una transformación social y económica que nos permita avanzar hacia un futuro sostenible.